Los usuarios tienen una idea imprecisa del estado general de un equipo dada través de la observación directa. Por ejemplo podremos conocer o dar nuestra opinión acerca de su estética, su iluminación, si frena nivelado, si hace ruido, si es lento, etc, pero resulta evidente que un usuario común no puede conocer el estado de los elementos y componentes que intervienen en el funcionamiento y la seguridad, por lo tanto cuando hacemos uso de un ascensor estamos confiando en aquellos que tienen a cargo su funcionamiento (la empresa) y en el organismo de contralor (en este caso el S.I.M.E) y que el mismo se encuentra en las condiciones para un uso seguro.